![]() |
Nada se acaba, hasta que no lo intentas más. |
Quizás no tenga tan claras otras cosas sobre mí como tengo ésta. Creo que no tengo claras esas cosas que escucho decir que son indispensables ya tener definidas a esta edad, pero, por ahora, aprendí que me ha gustado cambiar mi radicalismo por la flexibilidad, que disfruto con asomarme de vez en cuando por las puertas abiertas en vez de estar cerrando asuntos y ciclos, y que ya no que me gusta decidirme entre el blanco y el negro cuando he siento tan cómoda entre la infinita gama del gris!
Antes pensaba que para llevar una vida plena, tranquila y exitosa era necesario tener todo bastante definido; armaba cajones imaginarios cuidadosamente etiquetados y atentamente divididos en donde después de clasificar cada pequeña cosa que vivía o sentía, la iba archivando para no tener no cabos sueltos, asuntos inconclusos, dudas o baches. Pero, de dónde había sacado yo la idea de la inmutabilidad de la vida cuando todo, absolutamente todo, está en constante evolución y cambio? No sé cómo penetró la magia de la incertidumbre en mi vida, pero sé que ya no quiero tener mis gustos 100% definidos, ni mis pensamientos totalmente estructurados y organizados, ni mis opiniones milimétricamente encasilladas, y mucho menos, mis sentimientos absolutamente esclarecidos. Quién dijo que era malo cambiar con las fases de la luna? Quién dijo que no te puedes reinventar todos los días? Quién nos metió la idea de que los días se acaban cuando oscure, si la luna nunca ha dejado de iluminar las noches?
Buscando las razones de mi reciente y creciente fobia a los finales, descubrí algo de mí que no conocía: todo este tiempo he sido una nostálgica implacable y no me había dado cuenta. Pero no me gusta! Y por eso no me gustan los finales! No me gusta el sentimiento de tristeza que producen las ausencias y los recuerdos, pero aunque no pueda evitar armar recuerdos, ni frenar la creación de ausencias, puedo esquivar la melancolía poniendo una coma o unos puntos suspensivos.
Ahora...me gusta poder cambiar mis reglas cada minuto. Me encanta poder cambiar mis gustos; y que me gustes hoy y mañana no. No saber si te amo? pero que podría hacerlo ya y al día siguiente olvidarme que alguna vez siquiera te conocí, sólo para volverme a enamorar de ti como si fuera la primera vez. Disfruto con no tener que sacar a nadie nunca de mi vida, si así lo decidí. Y tengo metas diferentes cada día, y quiero armarme de infinitas posibilidades y miles de probabilidades. Tengo un Plan A, pero seguido de un Plan B, C, D, E, F...y hasta G, por si acaso...
y también tengo cosas inamovibles: el amor por mí misma, por mi familia y mi patria, los valores y principios que me inculcaron en mi casa, la sinceridad de mis sonrisas, la espontaneidad de mis besos, la franqueza de mi mirada y la apatía por los finales...porque tengo la firme convicción que siempre podemos volver a empezar de cero si se quiere.
S. Díaz.