LOST IN TIME

6.28.2010

VERDADES QUE NO DUELEN

Hace aproximadamente unas dos semanas estuve visitando el norte de España, me fui con cuatro niñas; tres españolas que amablemente me invitaron a conocer su país y una canadiense. Pero al irme, no sabía que tantas cosas cambiarían al regresar. Y es que aunque me vine a este continente, con la única intención de conocer los comportamientos y las reacciones de la vida cotidiana europea, he terminando también por conocerme a mí misma.  Sólo llevo un mes en el que suelen llamar "El Viejo Mundo", pero creo que lo que he aprendido en este tiempo, me hubiera tomado varios años aprenderlo si me hubiera quedado viviendo en Colombia,...y es que damos tantas cosas por sentadas, tantas otras por olvidadas; y no valoramos la mayoría.  

Aquí vivo rodeada de muchas personas de muchos lugares que se han convertido en mi "Nuevo Mundo", en este corto tiempo...y me sorprendo al verme relacionándome tan bien con ellos en medio de tantas diferencias, tratando de comunicarnos por medio de una rara mezcla de lenguas y signos que enriquecen vocabularios, gestos y hasta sonidos; mientras se crean momentos, lazos, amistades, conexiones, químicas, complicidades...las cuales, a la final, no serán más que millones de recuerdos. Y me encanta, y más me encanta ver que al momento de conocernos nos sentimos tan diferentes, y luego nos vamos dando cuenta que resultamos tan iguales; teniendo los mismos anhelos, los mismos sueños, las mismas ganas...la misma esencia. 

Y al parecer, eso que llaman "compatibilidad de personalidades", "química" o "hacer click", sí existe. Porque al ver pasar las semanas en un lugar donde confluyen aproximadamente unas 100 personas de más o menos unos 15 países diferentes, ves como se unen unos, y se separan otros; pero bueno, es que es esta la ley de de la vida ¿o no? o sea, tenemos que decir muchos 'adióses', festejar muchas despedidas, dar montones de besos de "hasta pronto" que en realidad sabes que significan "hasta nunca", ver partir al que fue tu 'nuevo mejor amigo' por 1, 2 o 3 meses, y TENER que decirle un "hasta luego" que quisieras que fuera un "hasta mañana"... y hasta llorar porque tu nueva vida se ha vuelto tan tuya que no quieres cambiarla por la que tenías. Bueno, quizás de eso se trata la vida, ¿pero asimismo no esperamos que nazcan aquí amistades y amores que duren para toda una vida? ya sabes, de esos que se forman de la noche a la mañana o de un día pa' otro, de esos que parecen que hubieran sido de toda la vida, de esas conexiones que se dan a primera vista y de esa química instantánea que agradeces todos los días no haberte perdido, de esas que tienen miradas cómplices que se entienden sin palabras, de esas que  te hacen brotar rápidamente grandes gestos de cariño y te sorprendes, de esas que no tienen pasado y que por eso viven más libres...de esas que crees que como no van a durar mucho, te las TIENES que gozar con más ganas y menos recato.

Y pues, la verdad es que yo apenas estoy empezando mi estancia, y ya me ha tocado decir después de los emocionados 'holas' muchos 'adióses', asistir al festejo de una que otra despedida, decir algunos bastante convincentes 'hasta pronto' e incluso unos 'hasta luego' muy hipócritas. Es más, me he unido mucho a unos y hasta más de lo normal a otros, ya soy ex-amiga de otros y aún no sé si alguno me considera todavía su amiga, ya me he enamorado fugazmente como dos veces, he aceptado invitaciones románticas y hasta invitaciones incómodas, ya he recibido llamadas extrañas y mensajes emocionantes, ya he dado uno que otro beso y abrazo de más y me han robado suspiros, ya he  provocado millones de sonrisas y estoy segura que he dicho más de dos millones de palabras, ya he debido alegrarle la mañana a alguno y dañarle el rato a otro, es más, ya he perdonado decepciones y creo que hasta he roto varios corazones, pero lo mejor; es saber que sí existen nuevas ilusiones...y sueño con cumplirlas. 

En definitiva, puedo decir que he aprendido mucho, muchísimo en realidad, pero especialmente creo que acá he aprendido a ser más "yo misma", ¡o por lo menos eso siento! porque al contar muchas veces mi historia que para mí era simplemente mi vida, noté que para los que la han escuchado ha sido más que eso. Y entonces, me he descubierto a mí misma a través de ellos; he caído en cuenta de que aunque nos parecemos afortunadamente no somos los mismos, y es entonces como he aprendido a reformular mi historia; a darle un poco más de valor, a sorprenderme con mi vida misma, a enamorarme de nuevo de ella, de mi familia, de mis amigos, de mi cultura, de mi país...de su historia, que es también mi historia. 

Y he aprendido a ser más libre, a que hay que dejar ser a los demás como son, que siempre hay algo que aprender de los demás, y que sin excepciones, siempre tienes algo que ofrecer a los que te conocen. He aprendido a disfrutar más, a pensar sólo cuando se debe, a escuchar siempre, y a callar cuando se requiere. He aprendido a ser mucho más paciente, mucho más puntual, a primero intentar hacer las cosas yo sola y a depender menos de los demás. He aprendido a escuchar mi silencio y a callar mi mente. He aprendido que muchas de tus relaciones, conexiones y compañías sólo deben durar un instante y que hay otras que merecen durar toda la vida. He aprendido a ser más prudente, menos impulsiva y a dar muchos 'primeros pasos'. He aprendido a crear fortalezas y a debilitar muchos miedos. He aprendido que hay momentos que no volverán, pero que hay que esperar a los millones que vendrán justo a su debido tiempo. 

Y hoy me di cuenta, en medio de todo esto, que había logrado aprender no sé ni en qué momento, a manejar la tranquilidad, la nostalgia, y a generar la aceptación que se necesita para dejar ir, a quien todavía amas...y extrañar sin tener que llorar, sin apegos, sin quejarme, sin renegar, sin cuestionar...y de repente me percato, que también había aprendido a reconocer claramente lo que es ser extrañado cuando aún te aman pero, en secreto


Pero, después de estar pensando en todo esto, considero que no todos los 'adióses' deben entenderse como una despedida, porque hay algunos que, simplemente, deben ser tomados como...

UN TIEMPO DE VOLAR!

                      "Never say 'goodbye', because 'goodbye' means going away, and going away means forgetting."-Peter Pan


S.Díaz
    

6.25.2010

¿ES MEJOR DE A DOS?



Entender al género femenino se ha vuelto un tema de moda; hasta las mismas mujeres pasamos horas y horas discutiendo sobre nuestros pensamientos, nuestras superficialidades y banalidades, de las exageraciones, diversiones y las últimas diversificaciones, de los miedos,  los amores y los desamores, de las reacciones y las estrategias a seguir, de las libertades ganadas y los derechos que hay que conseguir, de las preocupaciones que nunca faltan y nunca sobran, de los impulsos que todos creen que NECESITAMOS controlar, de las compras, el maquillaje y hasta de la raza del perro que DEBEMOS tener para destacar en originalidad; pero,  al final de cuentas, jamás logramos ni descifrarnos ni entendernos. Y ciertamente, esto no extraña a nadie, y mucho menos a los hombres, quienes siempre se creen tan seguros de saber exactamente lo que quieren en la vida, resultando a mi parecer ser los más perdidos. 


Pero en especial hoy he pensado mucho sobre nuestras preferencias después de que me hicieron una pregunta que no es la primera vez que la oigo pero sí la primera vez que realmente me interesa responderla, y que estoy completamente segura que sin importar el tipo de hormonas que tengas, alguna vez te la has preguntado, o te la han preguntado, y es: ¿Por qué queremos estar de a dos?


Típica pregunta filosófica que a nadie le interesa intentar responder, que a todos en el fondo nos gustaría en realidad poder contestar con una espontánea naturalidad y seguridad, porque creemos saber que en el fondo conocemos la respuesta perfecta,  pero a la que nunca, nunca, nunca, le hemos dedicado un poco de nuestro tiempo para poderla verdaderamente descifrar. Pues me puse en la tarea de comenzar a preguntarle a los demás y en francés, que aunque dicen que es el idioma del amor para mí aún sigue siendo "una dimensión desconocida", que en últimas eso es, quizás, lo que es realmente el amor; y las respuestas aunque no entendí todo lo que me dijeron, y en otros casos no pudieron decir todo lo que querían, fueron infinitas, nada exhaustivas, un poco convincentes con un tris de perspicacia y de duda al mismo tiempo, pero que fue simplemente como diría un francés: "un mélange", y como nosotros bien podríamos decir: "un popurrí". 


Hay quienes dicen que ese no es su fin en la vida, otros que aseguran que vinieron solos al mundo y que así quieren terminar sus días, otros, que lo que les interesa es estar con más de dos y OBVIO que al mismo tiempo, y aquellos, que definitivamente prefiere estar con cualquiera antes que estar de a uno solo. Pero en el fondo, ¿no tenemos todos los mismos sueños? ¿no tenemos todos los mismos anhelos? ¿no estamos todos luchando por lo mismo pero en diferentes direcciones?...


¡WAIT! ¡Parame la pista! ¿Realmente lo que queremos estar de a dos?, o ¿lo que realmente queremos es no quedarnos de a uno pa' toda la vida? Luego de mucho pensar y salir a caminar por las acogedoras y ancianas calles francesas para verlos  besarse, tocarse, acariciarse, reírse, o simplemente mirarse, contemplarse, acompañarse, formando complicidades y culpabilidades, mientras oía sus besos y escuchaba conversaciones ajenas de enamorados haciéndome pasar por una aburrida más en el autobús, pude descifrar lo que debí saber desde un principio: la gente decide estar en pareja por infinitas razones, todas distintas: miedo a quedarse solo, creer que TIENE que dar ese paso, probarse que PUEDE dar ese paso, y otros, como yo, que simplemente y locamente lo hacen por AMOR... y que a los ojos de algunos otros, sigue siendo más bien estupidez o ganas de probarle algo a los demás. 



Bueno, en fin!...fue después, en una de esas tantas tardes, cuando finalmente logré escuchar, quizás, la más sabia reflexión frente a este tema, y por eso, luego de brindar por ella, la comparto con ustedes, me dijo:


"Pero lo bueno de todo esto, es que en el mundo hay gente tan distinta como todas esas razones; hay gente que prefiere primero aprender a estar sola para luego sí poder estar con alguien más; gente que está tan llena de sí misma que NO PUEDE estar con alguien más; o gente que se lanza una y otra vez al vacío sin ningún tipo de miedo o prevención...y hay otro tipo de gente, que se lanza al agua y se mantiene en ella aunque exista el peligro permanente de ahogarse. Por eso, si usted decide jugársela por alguien, PONGA ATENCIÓN! Porque el secreto está en enamorarse muchas veces, pero de la misma persona...y deje la cara de preocupación! porque precisamente esa persona con la que quiere que la relación perdure, es la que le dará esa maravillosa oportunidad en la vida!"


S.Díaz  

LOS SUEÑOS QUE SORPRENDEN


"Vivir en Francia", esa pequeña frase que incluye millones de cosas en tan pocas letras, fue mi sueño durante mucho tiempo...en realidad, mucho, mucho tiempo. Y era esa clase de sueños que te ilusionan porque significan un cambio dramático de vida, un escape momentáneo de la realidad perdida, un sueño de libertad, de independencia dependiente, de encontrar al anhelado Peter Pan en lo más alto de la torre de tu perfecto Neverland...ajá! de vivir un poco de ese tan escuchando romanticismo clásico que  lucha por emerger en medio de estos tiempos tecnológicamente modernos; pero al mismo tiempo también era como todos los demás sueños; miedosamente lejano, nublado, bastante borroso, y millones de veces, totalmente imposible. Por eso cuando en estos momentos vivo mi sueño en mi realidad, por varios segundos, y varias veces al día, tiendo a no creerlo todavía, y es porque a pesar de haberlo tenido considerablemente idealizado, ha rebasado todas mis expectativas....y aún, no deja de sorprenderme. 

Llegué un 30 de Abril a las 23h15 a tierras francesas ya van a ser dos meses y recuerdo ese momento perfectamente.  Aterricé en un avión increíblemente pequeño y repleto de personas de todas partes del mundo, en la ciudad portuaria de Bordeaux, ubicada al sudoeste de Francia, luego de haber dejado atrás las calles de Valledupar encendidas de música con el Festival Vallenato, a unos aproximados 9.653 kilómetros, después de unas 14h30 de viaje, espera y trasbordo, con tal de ver finalmente realizado mi primer sueño realmente importante.  

Y es que no puedo decir que hay algo que NO haya sido perfecto, porque desde el 1º de Mayo me despierta el olor a pan recién horneado que sale de la Boulangerie de la esquina  en español; la Panaderíaque se jacta con un gran letrero rojo de tener los mejores panes artesanales del barrio, y,  como si supieran que eso termina de hacerme perfecta cada mañana, tengo el canto de los pajaritos de fondo. 
Y además, desde que estoy acá, tomar una ducha no es más mi preocupación al levantarme de la cama, porque un perfecto 18ºC es la temperatura más fría del agua,  y entonces ¿por qué me gustaba tanto bañarme con el agua helada del Valle que congelaba por una milésima de segundo el funcionamiento de mi cerebro? siempre me respondo al igual que cuando preguntan por la magia que tiene el Valle: "esos son encantos que sólo afloran cuando estás por esas tierras donde se escuchan dioses tocando acordiones en las madrugadas". 


Y trato también de pensar en lo que me gustaba de Bogotá; ese poder salir a caminar dentro de mi propia burbuja mientras disfrutaba lo encantador de un clima un tanto frío con un original paisaje, solamente para comparar todas las posibilidades y encontrar algo que me diga que los sueños no son perfectos que debe haber algo que anuncie que ha cambiado de sueño a realidad, pero NO! acá caminar es un placer, es toda una aventura y un aprendizaje permanente, es maravillarse la vista con un perfecto cielo de primavera que anuncia la pronta llegada de un caluroso verano; sobre balcones con más de 100 años de vida que todavía cargan flores y sillas de colores; desde donde se ven perfectamente las bicicletas, las 'Vespas' y los pequeños carros que ruedan a diario de arriba a abajo por las pequeñas callecitas de piedras; alrededor de millones de viennoiseries, pâtisseries y boulangeries ofreciendo los típicos desayunos franceses compuestos generalmente por pain et confiture traducido a deliciosos baguettes untados de mantequilla y mermelada, y burbujeantes cafés ou chocolats calientes que en realidad tienen mejor olor que sabor...y OK! aparece la primera cosa que encuentro que es mejor allá que acá!, pero que igual no daña ni entorpece esa tranquilidad aterradora con la que viven los franceses y que desearía que todos pudiéramos disfrutar de ella en mi país, y ahí está la segunda cosa!, y es que los ves disfrutar con una forma tan envidiable de las pequeñas cosas de la vida, que se hace epidémico instantáneamente. 
Y obvio, es más que obvio que te dejas adentrar en su mundo; lleno con los olores de innumerables clases de vinos excelentemente cosechados, de 50mil variedades de quesos que se exhiben en interminables mostradores, y de ostras frescas traídas de la Bahía de Arcachon que encuentras en grandes bandejas en las esquinas de las calles; también con sabores de las beignets du chocolat, o de los macaroons y los canelés, y evidentemente al ver en platos originales servidas las excepcionales carnes locales como; el cordero de Pauillac, la ternera de bazas o las aves de las Landas. 


Pero, ¿no tiene mi sueño alguna parte donde suenan las 12 campanadas, se desvanece el hechizo y comienzas a ver la verdadera realidad? ¿no tiene ese "vivir en Francia" algo que no lo haga merecedor de haberme alejado de mi familia y de mi país y de haber  terminado con mi novio? pues me ha llevado horas, y de pronto hasta días, si comienzo a sumar todos los minutos que me he pasado reflexionando sobre este mismo punto...y me cansé! me cansé de no encontrar el típico "pero" que siempre estamos esperando cuando las cosas por fin están marchando perfectamente, sí, como en los cuentos de hadas. 
En estos momentos, soy el hada de mi propio cuento  todavía sin mi Peter Pan concretado para vivir numerosas aventuras fantásticas durante toda la eternidad en mi perfecto Neverland, pero disfrutandome cada segundo de mi realidad, esa que alguna vez fue mi lejano, nublado e imposible sueño; ese sueño que nació cuando tenía 14 años en el momento en que por primera vez un avión increíblemente grande me trajo a la tierra que libertó Napoleón Bonaparte hace como 200 años pero que hoy todavía sigue proclamando ¡Liberté, Égalité, Fraternité ou la mort! ...y en la cual yo ahora estoy soñando! 






 S. Díaz